- La prosperidad, es el nivel de superación que cada ser humano debe alcanzar, un nivel donde la gente soñadora, hace realidad sus sueños, y ayuda a que su entorno crezca.
- El bienestar, de cada individuo, está en resolver las dificultades que todos tenemos diariamente, en valorarnos y ser agradecidos con la vida que nos ha sido dada y que demos cada día lo mejor de nosotros mismos para salir adelante.
- La paz, interior y exterior solo se logra al ser íntegros, sencillos, honestos con uno mismo y con los demás, al reconocer que no somos unos más que otros, sino que cada uno tiene un valor único, y no puede compararse con nadie más.
- La tranquilidad, es el nivel de vida alcanzado de hacer cada día lo que es correcto, útil, valioso, al aprovechar cada segundo de nuestra existencia para ser feliz, para disfrutar a los que nos rodean, amándolos, valorándolos por lo que son y ser agradecidos con el Creador, por habernos dado la dicha de vivir en este paraíso y contar con maravillosos seres creados con un propósito divino.
BIENVENIDA
CBN Español Live
Experimentando el favor de Dios
Encuentro este verso altamente motivador. Solo este verso me hace querer conocer a Dios; valorar su palabra; ser transformado, y capturar la visión que Dios tiene para mí.
Necesitamos experimentar la vida que el Espíritu Santo imparte sin medida, para eso debemos estar en un aposición de sujeción a la soberanía de Dios, solo ahí su favor se derrama sobre nuestras vidas.
Cuando Cristo brilla en nuestras vidas, las cosas suceden. Cuando traemos nuestras vidas en armonía con su voluntad, Dios nos favorece. El favor de Dios es indispensable para vivir una vida cristiana exitosa.
Sin embargo, a veces cometemos el mismo error que anotó Jonás y perdemos la gracia de Dios, debemos evitar aferrarnos a los ídolos falsos que evitarían que Cristo brille en nuestro camino. ¡Nada vale la pena perder el favor de Dios! Queremos "dar mientras vivimos", porque hemos visto que dar con la actitud correcta agrada a Dios.
Cuando nos entregamos a nosotros mismos, nos coloca en una posición en la que él puede actuar. Además, puede favorecernos mostrándonos "ofertas del cielo" en las que podemos invertir y que se harán eco en la eternidad. Todo lo que puedo decir a esta verdad bíblica es: "¡Guau!" Que esto sea cada vez más evidente en mi vida.
Hoy, pregúntate: ¿Estoy incorporando estos principios bíblicos en mi vida, para poder experimentar el favor de Dios en mi vida?