¡Sabías que!
Muchas veces nos cuesta trabajo exigir nuestros derechos.
Somos producto de instrucciones en las que nos enseñaron a ser recatados, tímidos y respetuosos.
Porque nos dijeron que debíamos ser amables, no causar problemas y callarnos si algo está mal.
Pero esto nos ha llevado a desarrollar una cortesía a un grado extremo, anulando nuestra personalidad y convirtiéndonos en seres pasivos.
Propensos a ser víctimas de aquellos, que creen que para lograr algo deben ser agresivos, prepotentes y altaneros.
Muchas veces nos cuesta trabajo exigir nuestros derechos.
Somos producto de instrucciones en las que nos enseñaron a ser recatados, tímidos y respetuosos.
Porque nos dijeron que debíamos ser amables, no causar problemas y callarnos si algo está mal.
Pero esto nos ha llevado a desarrollar una cortesía a un grado extremo, anulando nuestra personalidad y convirtiéndonos en seres pasivos.
Propensos a ser víctimas de aquellos, que creen que para lograr algo deben ser agresivos, prepotentes y altaneros.
Estas conductas están incorrectas, debemos alcanzar el equilibrio, dejar aún lado la pasividad, y expresarnos con libertad, pero sin caer en el error de ser agresivos, solo con el fin de ser escuchados, temidos u obedecidos.
Para cambiar esta situación, es necesario que fortalezcamos nuestra individualidad, que aprendamos a controlar las emociones y a comunicarnos correctamente, con el fin de:
- La Individualidad: acabando con la timidez, la inseguridad, el miedo a lo desconocido y el deseo de ser aceptados.
- El control emocional: para romper con el negativismo, la rabia, la vergüenza insana y la preocupación.
- La capacidad de comunicación: para evitar la descortesía, las peleas, las amenazas, los gritos, los insultos y la manipulación
En la vida hay que ser valiente, pues muchas cosas se consiguen exigiendo nuestros derechos y luchando contra la inseguridad.
Expresando sin rodeos nuestros deseos y opiniones, controlando nuestras emociones con ideas constructivas, impidiendo la manipulación y ejerciendo nuestro derecho a decir no.
Expresando sin rodeos nuestros deseos y opiniones, controlando nuestras emociones con ideas constructivas, impidiendo la manipulación y ejerciendo nuestro derecho a decir no.
¡Se tu mismo! ¡Se libre! ¡Se auténtico! ¡Se original! ¡Sé un triunfador!