Quejas

¡ Y amarle pude! al sol de la existencia
Se abría apenas soñadora el alma
Perdió mi pobre corazón la calma
desde el fatal instante en que le hallé.

Sus palabras sonaron a mi oido
como música blanda y deliciosa
subió a mi rostro el tinte de la rosa;
como la hoja del árbol  vacilé.

Su imagen en el sueño me acosaba
siempre alegüeña, siempre enamorada
mil veces sorprendiste madre amada
en mi boca un suspiro abrazador
y era él quien lo arrancaba de mi pecho.

Él la fascinación de mis sentidos
el ideal de mis sueños más queridos,
de mi primero y mi ferviente amor
Si él para mi el campo placentero
en vez de flores me obsequiaba abrojos.

Sin él eran sombríos  mis ojos
del sol los rayos del mes de abril
vivía de su vida aprisionada;
era el centro de mi alma el amor suyo
era mi aspiración era mi orgullo...

¿Por qué tan presto me olvidaba el vil?
No es mío ya su amor, que a otra prefiere
sus caricias son frías como el hielo
Es mentira su fe finge desvelo
más no me engañará con su ficción.

¡Y amarlo pude deliberadamente loca!
¡No! mi altives sufre matrato
y si a olvidar no alcanzas al ingrato
¡Te arrancaré del pecho corazón!

Dolores Veintimilla de Galindo